UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA DIRECCION DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS PROFESOR: RAUL RAMIREZ PINTO
MATERIA: CRIMINALISTICA PRIMER SEMESTRE 1.994.
BREVE HISTORIA DEL RETRATO HABLADO Autor:
ORTA MARTINEZ, RAYMOND J.
INTRODUCCION Debemos ubicar al retrato hablado los efectos de comenzar este sucinto trabajo, como uno de los tipos de identificación criminal o judicial.
La identificación criminal fue y sigue siendo uno de los retos principales de la Criminalística como disciplina, que si bien no es un área única, tiene por supuesto gran relevancia por cuanto se dirige fundamentalmente a la individualización de las características bien sea fenotípicas o genotípicas del criminal a los efectos de su identificación y captura. El retrato hablado debemos clasificarlo además como una subdivisión de la identificación personal dirigida a la determinación de las características físicas del presunto delincuente, generalmente a las fisiognómicas. Es un tipo de prueba indirecta, ya que se obtiene a través de la declaración de testigos o del agraviado.
Este tipo de identificación es común para delitos tales como robo, hurto con escalamiento, secuestros, lesiones personales cualquiera que sea su tipo, violaciones y en todas aquellas donde el testigo o el agraviado tuvo contacto visual con el delincuente, desconociendo cualquier tipo de identificación del mismo.
Esta modalidad surge como una necesidad ante el desarrollo de los de la protección otorgada por los derechos humanos al delincuente, ya que el delincuente desde épocas remotas trató de diferenciarsele con características individualizantes causadas por el hombre mismo. Evolución Histórica – Desde el antiguo Egipto específicamente en el periodo Ptolemaico (330 a.c.- 30 a.c.) se utilizaba un sistema sorprendentemente parecido al retrato hablado. En cuanto a esta aseveración encontramos que el Criminologo Alemán Heindl, estudió descripciones egipcias, llegando a la conclusión de que el método utilizado era muy complicado, lo qué fue simpli ficado paulatinamente hasta concluir con las señas más Impor tantes, lo que se asemeja a los criterios modernos; igualmente sucedió en la época del Imperio Romano.
– Fechada el 10 de Junio del año 196, existe una filiación griega bastante detallada y precisa que dice así: «Un joven esclavo de Aristogenes, hijo de Crisipo -el Diputado de Aldanda- que lleva el nombre de Xermon, alias 'Nelios' ha huido. Es un Sirio de Bambike, de unos dieciocho años de edad, de talla mediana, sin barba; tiene las piernas rectas, el mentón con fositas una verruga en forma de lenteja en la cara izquierda de la nariz, una cicatriz en la comisura izquierda de la boca y está tatuado con carácteres bávaros en la muñeca derecha. Lleva una bolsa conteniendo tres minas y diez Dracmas de oro, un anillo de plata sobre el que está representado un vaso de perfumes y una raqueta. Se halla vestido de una clámide y de un delantal de cuero y va acompañado del esclavo Bión, rechoncho, ancho de espaldas, de ojos verdosos y que se halla vestido de una túnica y de la pequeña capa de esclavo». Este documento se encuentra en poder de la policía de Hamburgo siendo presentada en la exposición de Dresden celebrada en 1903.
De la cita anterior podemos inferir que la identificación del hombre delincuente cobró importancia desde épocas remotas de la historia, aunque este tipo de descripciones para esa época son excepcionales por cuanto a los Galeotes Delincuentes, Esclavos o Prisioneros de guerra a quienes se les obligaba a remar en Galeras, ya fuese por el cumplimiento de una condena o a consecuencia de una situación especial. Ö se les hacia una marca de hierro candente en la frente o en la espalda, que facilitaba su distinción.
– Otro método utilizado en épocas remotas para la identifica ción de delincuentes era el de la mutilación, procedimiento este que se aplicaba al miembro del cuerpo que había pecado, así se amputaba la mano derecha o izquierda del ladrón y se cortaba la lengua al calumniador.
La costumbre de marcar desapareció recientemente en este siglo. En Rusia por ejemplo cortaban las narices a ciertos criminales para identificarlos y los condenados a cadena perpetua que se enviaban a Siberia eran marcados en la frente y en ambas mejillas. En 1860 quedo abolido definitivamente en Rusia este método de identificación, ya que antes había desaparecido del resto de Europa. En Francia se ejecutaba poniéndole al reo, con hierro candente, la flor de lis, signo real.
Antes se herraba el rostro y después la espalda. En 1724 los ladrones (Vouleurs) debían ser señalados con una «V» si no eran reincidentes; al serlo se les enviaba a las Galeras y eran estigmados de nuevo con «GAL». Fue abolido al terminar la Revolución, pero se introdujo más tarde por una Ley del año X (23 Floreal) para los reincidentes, falsarios, monederos falsos. Otra Ley de 1806 la extendió a los incendiarios y quedó definitivamente abolido en 1832. Para esta fecha ya había desaparecido en Alemania, pero en Holanda continuó empleándose hasta el año 1854 y en China hasta 1905.
En España se vio en el Siglo XVI herrar en el rostro a los esclavos, como puede leerse en el «Celoso Extremeño», Cervantes, cuya obra en uno de sus pasajes dice así: «.. compró cuatro esclavas blancas herrolas en el rostro…». En América según Herrera (Década 4, libro 4, cap. I) en Cuba se mandó a tatuar con un hierro candente a los criminales. El Cabildo Municipal de la Habana el 15 de Enero de 1610, acuerda que a todo esclavo cimarrón se le corten las orejas «para que si vuelve a huir se le conozca». Incluso en los estados pontificios se marcaban dos llaves en forma de aspa cruzada, en el brazo de los ladrones.
– En la época medieval y hasta mediados del siglo XIX, las descripciones sufrieron un retroceso por cuanto no tenían la calidad de las egipcias, y peor aún no seguían ningún método.
– Bentham de gran influencia jurídica en su época, propuso marcar a los individuos en su cuerpo con una señal indeleble de su personalidad. Por supuesto la opinión publica rechazó su propuesta porque abarcaba a personas honradas y honestas para que no fuese considerado discriminatorio.
– Como última utilización conocida del tatuaje tenemos el método de los nazis aplicados en los campos de concentración, con el fin de localizar la filiación y raza de sus prisioneros.
– A principios del siglo XIX, surgieron los denominados desfiles de identificación en Londres. A consecuencia de la imposición de mayores penas para los reincidentes, los delincuentes hacían todos los esfuerzos para parecer que era la primera vez que cometían delitos por lo que se realizaban los desfiles de las personas arrestadas semanalmente a los efectos de que los funcionarios más experimentados de los distintos circuitos de la ciudad determinaran si había delincuentes reincidentes utilizando nombres falsos.
– Cesar Lombroso en su obra Antropología Criminal con su teoría del atabismo o del «Salto Atrás», sostenía que existía un tipo de criminal nato, es decir, el de nacimiento, que presentaría ciertas características fenotípicas especificas como tamaño y forma determinados de la cabeza.
– En el año 1859 Adolfo Quetelet Astrónomo y Estadístico Belga en su obra Antropometría, había dado a conocer su teoría acerca de que el desarrollo físico del hombre estaba sujeto a leyes naturales entre las cuales proclamo que no había dos seres humanos exactamente del mismo tamaño. Stevens, Alcalde de la Prisión de Lovaina, procedió a medir manos, orejas, pies, bustos y estaturas de delincuentes.
– El Bertillonage: En la década de 1870, los archivos de la agencia Francesa «Sureté» estaban más que atestados. Cada archivo mencionaba el nombre de cada delincuente así como el de sus apodos, lugares que solía frecuentar, delitos cometidos, sentencias aplicadas, y una descripción física detallada. A menudo aparecía también una fotografía. Esto representaba un problema por cuanto los oficiales más jóvenes no reconocían a los criminales de amplio historial y los archivos estaban centralizados. El 15 de Marzo de 1879 comenzó a traba jar como escribiente auxiliar en la Prefectura de Paris Alphonse Bertillon, joven de 25 años hijo del distinguido del médico y antropólogo Dr. Louis Adolph Bertillon. Adolph era físicamente descrito como joven de cara pálida, de una frialdad melancólica, en su personalidad era parco y en cierto modo antisocial, sus movimientos eran tardos y su voz inexpresiva, pero este individuo manifestaba una gran curiosidad y le gustaba leer libros acerca de las ciencias naturales, habiendo leído el trabajo de Darwin, igualmente se intereso por el trabajo de Pasteur y por el de otros científicos, no siendo muy detallista al respecto. Su abuelo fue el matemático y naturalista Achille Guilliard, a quien observó trabajar con su padre, quienes llegaron a medir cráneos humanos de perso nas de distintas razas para encontrar una relación entre la forma de la cabeza y la inteligencia.
Visto el descontento de Bertillón por los métodos descripti vos utilizados, una vez introducido en la sureté y aún teniendo a otros funcionarios en contra, logró se le autorizara medir a los acusados que eran llevados allí. Procedió a medir estatura, largo, circunferencia cefálicas, longitud de brazos y dedos y pies, siendo 11 mediciones en total, y determino que las probabilidades de que dos personas tuvieran una sola medición en común era de 16 a 1, por lo que para que dos sujetos tuviesen las once mediciones idénticas eran de 286.435.456.
El Gran éxito de Bertillón fue la identificación de Ravachol, «El idealista Revolucionario», como Claudius Francois Koengstein, profanador de tumbas y asesino de Saint-Etienne, que sembró el terror en la capital francesa entre 1891 y 1982.
– El Retrato Hablado: En lo que se refiere al retrato Hablado, Bertillon siendo aún un escribiente y a finales de julio de 1879 comenzó a comparar las fotos de los presidiarios. Ponía las narices, las orejas, unas junto a otras y cotejaba sus formas. Esto sentó el precedente para que más adelante ideara el Retrato hablado y fuera establecido como parte del método de identificación.
El método de identificación de Bertillon se divide en tres partes:
1) El señalamiento Antropométrico.
2) El señalamiento descriptivo.
3) El señalamiento de las marcas particulares.
Es el señalamiento descriptivo el que recibe el nombre de «Portrait Parle» o retrato hablado.
Este señalamiento descriptivo se divide a su vez en:
2.1) Características Cromáticas:
2.1.1) Color del Iris Izquierdo.
2.1.2) Cabello y Piel.
2.2) Características Morfológicas:
2.2.1) Frente: Altura, Anchura, inclinación, prominencia, particularidades.
2.2.2) Nariz: Concavidad, base, dorso, ventanas, dimensiones, particularidades.
2.2.3) Oreja derecha: bordes, lóbulo, antitrago, pliegues, forma general, separación, peculiaridades.
2.3) Características complementarias:
2.3.1) Acrocefalia, trigonocefalia, etc, altura naso labial, prominencia del labio, borde labio, forma de la cara, el cabello, la barba, las cejas, el globo ocular, surcos, pliegues de la piel y el cuello. Modo de andar, la gesticulación, la mirada, la mímica facial, la voz, la manera de hablar, la costumbre de vestir, la profesión etc.
– Valoración Probatoria: El retrato hablado en nuestro sistema y practica jurídica se le da al igual que al reconocimiento en rueda, el valor de indicio. El retrato hablado es adminiculado al reconocimiento en rueda que haga el declarante, por lo que una vez evacuadas las dos tienen un valor único, es decir el de un solo indicio.
Conclusiones El hombre es un ser que vive en sociedad en grandes ciudades o núcleos por lo que la diferenciación es una actividad cotidiana e indispensable que a su vez sirve para diferenciar a nuestros familiares, amigos, allegados, conocidos etc. La sociedad como concepto macro también debe reconocer quienes son sus miembros y cuales son los que adoptan conductas delic tivas, a los fines de aplicar en principio las penas, y conse cuencialmente (en teoría) procurar su reforma para introducir los de nuevo a la misma. Por lo que la existencia y evolución y métodos de identificación serán cada día más indispensable para evitar la impunidad del delincuente.
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