La identificación plena o fehaciente del cadáver, es de vital importancia en el desarrollo de la necroscopia médico legal, y en el proceso investigativo, efectuado por los organismos de policía Judicial, a fin de determinar las circunstancias reales de una Muerte y su posible autor.
En Colombia, lo relacionado con la identificación del cadáver, esta consagrado en el Art. 290 del C.P.P. y ley 38 de 1993, entre otras, y por ende se deben agotar todos los medios técnicos y científicos para realizarla.
En algunos casos la identificación es relativamente fácil, porque el cuerpo se encuentra completo y se cuenta con los nombres, en algunos casos, hasta con documentos de identidad. Empero así mismo muchos casos se tornan complejos por el estado de descomposición o alteraciones en la piel.
Identificación de cadáveres Quemados o en estado de descomposición mediante Recuperación e Hidratación de Pulpejos.
La identificación plena o fehaciente del cadáver, es de vital importancia en el desarrollo de la necroscopia médico legal, y en el proceso investigativo, efectuado por los organismos de policía Judicial, a fin de determinar las circunstancias reales de una Muerte y su posible autor.
En Colombia, lo relacionado con la identificación del cadáver, esta consagrado en el Art. 290 del C.P.P. y ley 38 de 1993, entre otras, y por ende se deben agotar todos los medios técnicos y científicos para realizarla.
En algunos casos la identificación es relativamente fácil, porque el cuerpo se encuentra completo y se cuenta con los nombres, en algunos casos, hasta con documentos de identidad. Empero así mismo muchos casos se tornan complejos por el estado de descomposición o alteraciones en la piel.
De los métodos de identificación fehaciente, el mas confiable, rápido y económico es el dactiloscópico, puesto que los resultados del análisis de las morfologías de los altorrelieves epidérmicos, también conocidas como crestas papilares, son incuestionables.
Esa seguridad con la que un dactiloscopista forense emite un dictamen de identidad humana no ha sido emulada por ningún otro procedimiento técnico o científico, ni siquiera la técnica basada en la comparación del patrón de bandas de ADN, puede aproximarse a esa seguridad que la identificación lofoscopica proporciona.
No obstante en diversas ocasiones en procesos de identificación cadavérica, se presenta muchas dificultades, para la obtención de la necrodactilia, por lo cual se deben utilizar otras técnicas que si bien no son tan confiables son más simples de usar y de más fácil obtención, como la odontología, y otras de base antropométrica, anatómica o fisiológica.
Es cierto que obtener una Necrodactilia útil para estudio, cuando el cuerpo ha sufrido los efectos del fuego, voluntario o accidental, cuando las condiciones ambientales y meteorológicas han intervenido la normal putrefacción o esta ha evolucionado normalmente, es realmente una tarea casi que imposible, si utilizamos los métodos tradicionales como infiltraciones de parafina, materiales moldeables tipo alginato, silicona o mediante fotografía directa, estos procedimientos difícilmente pueden solucionar los problemas que acarrea la deshidratación cadavérica, con todo el cortejo de dificultades, como el estar acompañada, por pliegues profundos, dureza, rigidez, etc.
En la ultima década, los expertos que trabajan con identificación forenses, han realizado múltiples ensayos, análisis y optimización de algunos procesos, a fin de lograr que los pulpejos de los cadáveres que se encuentren en estas condiciones, recobren la turgencia, elasticidad y el relieve preciso para la obtención de necrodactilias de buena calidad, útiles en dictámenes de identidad dactiloscópica.
Para efectos de ilustrar de mejor manera la experiencia, es importante tener en cuenta la estructura de la piel sometida a fricción, en la cual encontramos las crestas papilares, las que en identificación son consideradas como tales, ”los altorrelieves epidérmicos lineales que alternándose con los surcos interpapilares, forman los variadísimos dibujos visibles en las caras palmar de las manos y plantar de los pies”
Estas crestas tienen su origen en la disposición de las papilas dérmicas y su lomo redondeado esta invadido por multitud de orificios microscópicos o poros por donde se expele el sudor proveniente de las glándulas sudoríparas y papilas.
La piel que recubre el exterior del cuerpo humano está formada por dos partes perfectamente diferenciadas, aunque íntimamente unidas en toda su extensión; como lo es la epidermis de naturaleza epitelial y la otra interna, llamada Dermis, de naturaleza conjuntiva.
La Epidermis, por su parte está Constituida por el epitelio escamoso estratificado y queratinizado, que procede del ectodermo u hoja germinal externa del embrión, el cual tiene un espesor medio de una décima de milímetro y consta a su vez de dos capas principales; la capa Córnea y el cuerpo de Malpighi.
De la dermis, es una capa de espesor variable según las regiones del cuerpo, proviene, por el contrario, del mesodermo y esta formada de tejido conjuntivo fibroso, la cual la integran también dos estratos o cuerpos fundamentales; el cuerpo papilar y el reticular, presenta elevaciones cónicas y piramidales, en esta capa se funde y se graba el diseño capilar que nos sirve para la identificación personal. Aun cuando al epidermis se altere o se descame superficialmente el dibujo de las crestas cutáneas se reproducen en idéntica forma, sin que se presente alguna clase de variación con relación al inicial.
La única diferencia que hemos detectado de los altorrelieves epidérmicos con relación a los térmicos, consiste en que por cada arruga epidérmica encontramos dos arrugas dérmicas, las que se toman como una por ir paralelas, sin que en la práctica se presente alguna clase de diferenciación morfológica o topográfica.
Teniendo en cuenta lo anterior, en el cadáver descompuesto el primer paso a dar es de observación para saber si aun presenta guante epidérmico en los dedos, o si por el contrario este ya se ha perdido por completo y se procede a la recuperación y embalaje de la muestra.
Respecto al guante epidérmico, para su obtención se realiza una incisión alrededor del pliegue de flexión de la segunda falange, la cual, por efecto de la descomposición la epidermis se desprende fácilmente de la dermis.
Con relación a los dedos que ya han perdido la epidermis o esta se encuentra demasiado deteriorada, se amputan a nivel del pliegue de flexión de las dos últimas falanges, (medial y distal).
Es importante tener en cuenta que antes de realizar estos procedimiento, se deben agotar los medios convencionales de toma de necrodactilias y en caso de no lograrse, se preparan frascos para toma de muestras con cierre hermético debidamente rotulados con los datos mas importantes de la diligencia de levantamiento del cadáver para diferenciarlos y cada uno de estos se marca con el nombre de los dedos a los cuales corresponda la muestra para evitar que se confundan. Para la conservación se pueden emplear soluciones que sirvan para evitar que continúe la descomposición, tales como el etanol, formol al 15% o como ultimo recurso en una solución salina bien concentrada.
Ya en el laboratorio, el primer paso es sumergir las muestras en etanol durante un periodo que oscila entre 12 a 24 horas, para que las fibras se compacten y cojan firmeza.
Fijados los tejidos se procede a una limpieza cuidadosa mediante un chorro fino y cepillo suave hasta eliminar toda materia extraña que este adherida.
Posteriormente se procede a hidratar los pulpejos, para lo cual podemos utilizar dos procedimientos; el primero, mediante la utilización de Complucad (producto a base de peróxidos orgánicos y alcoholes, que se emplea para la conservación y embalsamamiento de cadáveres), solución en la cual se introducen los dedos amputados o el guante epidérmico, durante un lapso de tiempo, que de acuerdo al estado de deshidratación en que se encuentren, puede oscilar de 24 a 48 horas, después de los cuales, los dedos toman su forma y volumen natural.
Si se trata de guante epidérmico, lograremos una apariencia casi transparente, con excelente flexibilidad y consistencia, similar a un guante de cirugía, y se procede a la toma de las necrodactilias mediante métodos tradicionales (digito presión), utilizando los dedos del perito, como molde del guante epidérmico recuperado.
En algunos casos es posible que después de emplear el Complucad en los dedos (dermis), no se obtengan los resultados esperados, por lo cual se complementa este procedimiento empleando una solución de amoníaco comercial (hidróxido de amoniaco), en porcentajes que oscilan entre el 50% al 100%; se inicia, con una solución en agua al 50% durante 24 horas, transcurridas éstas se efectúa una observación a las muestras para analizar su progreso y en caso de no ser satisfactoria se incrementa la proporción del amoniaco al 75% y 100% respectivamente por lapsos de tiempo similares, efectuando este proceso, habremos logrado un color, una turgencia y una flexibilidad similar a la de un ser vivo, haciénose totalmente factible la obtención de los altorrelieves dérmicos.
Hay que tener en cuenta la fragilidad y delicadeza, que presentan los altorrelieves dérmicos y su menor depresión o surco de separación entre las crestas y que al desprendimiento de la epidermis se pueden observar en la región dermica pequeñas micro fibrillas las cuales al utilizar tinta y hacer presión hacen que los surcos interpupilares prácticamente desaparezcan por lo cual se recomienda que para la obtención de sus morfologías se empleen tiras de magnesio, las que al ser quemadas segregan un humo el cual al ser dirigido sobre la dermis de los dedos permite observar de manera clara sus conformaciones y complementado con la toma de fotografía invertida se logran obtener excelentes resultados.
Mediante la implementación y utilización las técnicas de recuperación y tratamientos de pulpejos, se aumentan las posibilidades de identificar de manera fehaciente a los cadáveres en estado de descomposición, puesto que con las impresiones dactilares se pueden realizar las búsquedas dactiloscópicas, en archivos manuales o automáticos (AFIS), y establecer la verdadera identidad de una persona y a su vez, se disminuyen los índices de N.Ns., personas desaparecidas y cuerpos no reclamados en las morgues, ya que facilita la divulgación de los nombres por los medios de comunicación.
Jaime Armando Martínez Suárez
Coordinador de Identificación
Docente y conferencista
Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, Bogota, Colombia.