Autor: Fernando Ferro
Un proceso confiable
La técnica básica aplicada en el proceso es la fotogrametría, o medición de distancias en imágenes. En un principio dedicada exclusivamente a la planimetría en dos dimensiones, pero actualmente y gracias a los avances en capacidad de almacenamiento y velocidad de procesamiento de los ordenadores, de resultados precisos en las tres dimensiones espaciales.
Una simple fotografía y una escala de referencia son suficientes para una medición precisa, cuando se conocen los datos de la cámara empleada.
El mejor punto de vista
Cuando tomamos una medida con una cinta métrica, siempre repetimos la misma tarea. Colocamos al instrumento lo más cerca posible del objeto de interés, y lo observamos desde una posición frontal.
Cuanto más inclinado sea nuestro punto de vista, mayor será la dificultad para apreciar las marcas regladas en la misma.
Lo mismo se repite para una medición desde una imagen. El punto de vista ideal es el perpendicular al plano de medición.
Cuando transitamos por una vía de tránsito con una cámara fotográfica y registramos indicios sobre la calzada, por ejemplo una huella de frenado, el error en la medición será mayor cuanto más rasante sea nuestra posición con respecto al objeto retratado.
El drone puede transportar nuestra cámara hasta ubicarla justo sobre la huella, y hasta la altura más adecuada para contenerla en su totalidad.
Mientras nos ubicamos en un lugar cómodo, que no interfiera con otras tareas en ejecución.
Un paso limpio por la escena
La escena la visita el vehículo aéreo no tripulado y nosotros mantenemos una conveniente distancia de ella. No contaminamos ni afectamos el lugar en modo alguno, limitando nuestra actividad a una tele-presencia. Suficiente esta para un registro fílmico o fotográfico, que permitirá un posterior análisis minucioso y detallado desde la comodidad del laboratorio.
Un solo registro, muchas mediciones
Las imágenes almacenadas no solo ofrecen la posibilidad de una medición directa y rápida. Al reconstruir la escena y objetos de interés en un modelo en escala, nos brindan la opción de volver a él cuantas veces sea necesario.
Ya no preocupan los cambios en el lugar por una falta de preservación de la escena forense, por reparaciones, mejoras o simple envejecimiento.
Cuando surgan nuevos puntos de pericia o cuestiones al informe original, aun pasados los años, el modelo en escala seguirá allí.
Siempre tendremos acceso a áreas no exploradas en el mismo, o incluso repetir el procedimiento completo con nuevas y más precisas herramientas de medición.
Un procedimiento indubitable
El proceso completo se basa en una entrada, numerosas imágenes fotográficas o fotogramas de videos, y una salida, la representación del objeto en una malla compuesta por muchos puntos en el espacio.
Esos puntos son cientos de miles a millones, imposibles de alterar sin dejar rastros. Las imágenes fotográficas por su gran cantidad, son prácticamente imposibles de modificar con fines fraudulentos.
El resultado, un proceso confiable, pasible de ser auditado por otros y de resultados indubitables.
Conclusión
Por ahora se encuentra dando sus primeros pasos, con mucho por hacer en el área de estándares y protocolos. Pero en la medida en que la tecnología madure y su costo continúe disminuyendo, el drone se transformará más temprano que tarde, en una herramienta más dentro de las imprescindibles en el arsenal de todo investigador de la escena forense.
https://www.medircondrone.com/
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