En muchas ocasiones, si sabemos cuales han sido los primeros artrópodos que han colonizado el cadáver, hecho sus puestas de huevos, con posterior desarrollo larvario, estudiando estas larvas, por su identificación y tamaño, se puede establecer el intervalo postmortem, es decir saber cuanto tiempo lleva muerto ese cuerpo. La marcada localización y estacionalidad de los artrópodos hace necesario el estudio de la fauna cadavérica en cada uno de los ecosistemas que tengan parecidas condiciones climatológicas, para poder tener bases de datos fiables y poderlas aplicar a las investigaciones judiciales.
Para un investigador criminalista que se enfrenta a un cadáver son tres las preguntas fundamentales que se le plantean: Causa de la muerte y circunstancias en las que se produjo, Data de la muerte y Lugar en el que se produjo la misma. En las dos ultimas cuestiones, los artrópodos pueden ofrecer respuestas y, en muchos casos definitivas.
Para arribar a dicho objetivo se a realizado un buceo bibliográfico, como también de sitios en la web.
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