Werther Blanco
Hace algunos meses el experto en Balística Mario Antonio DelGiudice compartía ciertas vivencias con alguno de nosotros y llegamos a tocar el tema de las lesiones. Lo que estuvimos hablando es que en la actualidad en muchos países del mundo cuando una persona es objeto de alguna lesión, deber como es correcto acudir al médico legal para su examen pertinente y éste a su vez plasma en un informe la información médico-legal para posterior trámite o record.
Estoy seguro que todos los médicos legales hace un excelente trabajo al determinar el tipo de heridas, posible arma comprometida, órganos afectados, trayectorias, etc. Sin embargo surge un problema cuando el informe médico legal del facultativo es quien juzga la gravedad de las heridas que a nivel legal tiene un peso bastante significativo a la hora de algún juicio o una simple demanda o denuncia.
Surge entonces la necesidad de un nuevo concepto que sirva de ayuda legal a la víctima y no se convierta en un obstáculo más para la ya casi inalcanzable justicia. Les pongo un ejemplo que en su oportunidad me plantearon; «¿Se imagina usted que alguien conocido lo agreda disparando una ráfaga de 9mm y usted solo presente 2 heridas de tipo sedal?, ¿Qué sentiría al ver que el informe médico legal señala el caso como un caso de heridas leves, casi omitidas por el marco legal?. Aquí está el epicentro de todo, usted iba a ser objeto de homicidio, por fortuna solo presentó roces de proyectil pero en la entrada de su casa están los casquillos, los 12 impactos de proyectil que claramente muestran el grado de la intencionalidad de matar, entonces su caso no llegará a las consecuencias debidas pues usted presentó heridas leves, ¿injusto no?.