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Una investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha desarrollado este equipo con una resolución que supera hasta diez veces la de los objetivos construidos hasta la fecha, un avance que se ha obtenido gracias a la microscopía de fuerzas, que consiste en el registro topográfico de la superficie a observar.
Uno de los responsables del avance, el investigador en el Instituto de Microelectrónica de Madrid del CSIC Ricardo García, ha explicado que se ha desarrollado a través de una molécula, que tienen el grosor de un dedo, que recorre el material e interpreta su estructura.
En este sentido, ha señalado que los dispositivos existentes hasta ahora 'empleaban una fuerza excesiva que alteraba el material'.
El nuevo dispositivo es 'el primero que utiliza una fuerza inferior a la que une las subunidades de las proteínas, por lo que su uso supone una alteración de la estructura', ha indicado el CSIC.
En concreto, explica que la fuerza ejercida por el nanoscopio es de 40 piconewtons (un piconewton equivale a la billonésima parte de un newton), que es aproximadamente la mitad de la fuerza que une a las subunidades que integran una proteína.
Para García, el avance es equivalente a 'tomar una fotografía del tenista Rafa Nadal que incluya la potencia de cada una de sus extremidades'.